Impulso de la Economía Social. CONSUMIDORES Y USUARIOS

Impulso de la Economía Social. CONSUMIDORES Y USUARIOS 1. Históricamente, las cooperativas constituidas por consumidores o usuarios han sido un sector estratégicamente clave del cooperativismo y de la economía social en su conjunto. En particular, las cooperativas de consumo o las cooperativas de crédito han tenido un desarrollo extraordinario en muchos países, a pesar de haber decaído notablemente las primeras durante las últimas décadas. 2. En este sentido, es fundamental que la economía social aprenda a posicionarse estratégicamente, siendo consciente de que el mayor o menor interés de un determinado sector de consumidores o usuarios depende de las circunstancias históricas y de que, por lo tanto, este interés cambia de una generación a otra. 3. Esto explica que, en ciertos momentos históricos, las cooperativas de consumidores tuviesen una gran expansión y que, sin embargo, apenas tengan desarrollo en el momento actual ni se creen nuevas cooperativas de consumo. Por el contrario, en paralelo al desmantelamiento del estado de bienestar, durante las últimas décadas las cooperativas o mutualidades sanitarias han alcanzado un peso significativo en muchos países. 4. Desde una perspectiva estratégica, es fundamental examinar cuáles son las necesidades básicas de consumo de los ciudadanos actuales o cuáles pueden serlo previsiblemente en el futuro cercano. Podemos tener en cuenta al respecto algunos criterios básicos. 5. Por un lado, este tipo de empresas de economía social surgen para hacer frente a necesidades de consumo suficientemente importantes para los ciudadanos. El coste de la participación difícilmente se justifica por una mejor gestión de la adquisición de un bien o servicio de menor importancia. Históricamente, se ha tratado, por ejemplo, del conjunto de productos de consumo básico en las cooperativas de consumidores, del acceso a los servicios financieros en los bancos cooperativos o cooperativas de crédito, del acceso a la vivienda en las cooperativas de vivienda, etc. 6. No es suficiente que se trate de un consumo “importante”. Es también necesario que se dé algún tipo de distorsión de mercado (control oligopolístico, por ejemplo) que permita un valor añadido significativamente mayor para los consumidores o usuarios a través de la creación y gestión de una empresa cooperativa o de economía social. 7. Complementariamente, la evolución de este sector de la economía social está también necesariamente relacionada con la evolución de los servicios públicos en el contexto del estado de bienestar. Si estos servicios son adecuadamente provistos por el Estado, difícilmente los ciudadanos van a realizar el esfuerzo de poner en marcha iniciativas de economía social para la prestación de los mismos. 8. Por supuesto, los servicios públicos pueden ser prestados de forma insuficiente o no adecuada a la perspectiva de unos u otros ciudadanos. Esto explica, por ejemplo, el peso de las cooperativas de enseñanza o de las cooperativas y mutualidades sanitarias, con grandes variaciones según sectores sociales y territorios. 9. En conjunto, por lo tanto, parece claro que la pérdida de fuerza de las empresas de economía social constituidas por consumidores y usuarios tiene relación con la mejora del nivel de vida, la extensión del estado de bienestar y la resolución de ineficiencias de mercado estructurales en sectores como la distribución detallista o el sector bancario. Éste es un proyecto de EKAI Center sobre EL FUTURO DE LA ECONOMÍA SOCIAL. Gracias por tu atención. Sigue con nosotros. PDF:
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