DE ELECCIÓN EN ELECCIÓN. Y POR QUÉ NADA CAMBIA.

El Futuro de la Socialdemocracia DE ELECCIÓN EN ELECCIÓN. Y POR QUÉ NADA CAMBIA. 1. Una y otra vez, los ciudadanos europeos acuden esperanzados a las urnas con la expectativa de que “los suyos” mejoren la situación. Una y otra vez, decenas de veces durante las últimas décadas, estas esperanzas se ven defraudadas y en Europa nunca cambia nada fuera de los intereses de las grandes corporaciones. 2. Nunca cambia nada porque –desde la caída de la Unión Soviética- las diferencias reales entre las opciones teóricas de izquierda, derecha o centro, son meros matices. Podemos representarlo a través de un esquema en el que contemplamos cómo, de forma progresiva, todas las fuerzas se han ido sometiendo a las bases ideológicas impuestas por la élite corporativa: atlantismo, neoliberalismo, posmofeminismo, ecologismo corporativo, ceroculturalismo globalista … de tal forma que el margen para diferenciarse se ha vuelto cada vez más estrecho. 3. Por supuesto, no se trata de que “todos sean iguales”. La dinámica electoral exige que entre las opciones políticas se mantengan suficientes diferencias como para mantener vivo el debate político y mediático. Estas diferencias pueden ser meramente simbólicas o tener una importancia significativa, siempre que no se trate de cuestiones clave para las grandes corporaciones. De esta forma, por ejemplo, vemos cómo se mantienen vivos en ciertos ámbitos los debates culturales o territoriales entre los grupos políticos. Esto es evidente en el caso de España, donde el debate territorial es casi el único debate de consistencia entre unas y otras opciones. Un debate que, aparentemente, aun siendo importante para las poblaciones afectadas, no parece resultar amenazador para las élites corporativas. 4. Mientras tanto, las grandes corporaciones, a través de los medios de comunicación, del sistema educativo y de los propios partidos políticos, continúan controlando la evolución socioeconómica, demográfica, cultural y moral de nuestros países. Si en algún territorio o país las coordenadas se desplazan excesivamente en una dirección, no hay problema. El sistema de alternancia asegura que, rápidamente, un partido político de distinto signo llegará al poder para corregir los excesos del anterior y garantizar que, a medio plazo, no cambia nada que sea significativo para las grandes corporaciones. 5. Como repetimos habitualmente, el que éste haya sido el contexto político europeo durante los últimos 30 años no significa que necesariamente vaya a ser también el contexto futuro. Especialmente si tenemos en cuenta el cambio radical de las coordenadas geopolíticas que está produciéndose en este preciso momento de la mano del BRICS Plus, de los países emergentes. Lo que ha sido imposible hasta ahora puede hacerse posible en el próximo futuro. Pero es dudoso que las fuerzas políticas ya asentadas en la dinámica política sean capaces de liberarse a tiempo de los condicionantes actuales para adaptarse al nuevo contexto. Lo iremos comprobando en la práctica. Éste es un proyecto de EKAI Center sobre EL FUTURO DE LA SOCIALDEMOCRACIA. Gracias por tu atención. Sigue con nosotros. PDF:
Back to Top