SOLA en el PAÍS de los VESTIDOS AJUSTADOS - FINLANDIA

El libro Mujeres, de Charles Bukowski del que se han vendido millones de ejemplares nos regala en un pasaje la frase “Se abrió la puerta y entró Cecilia. Tenía buena pinta con su cuerpo compacto”. Sigue Bukowski, “Los noruegos, los islandeses, los finlandeses saben como debía estar construida una mujer: amplia y sólida, con un gran trasero, grandes caderas, grandes flancos blancos, grandes cabezas, grandes bocas, gran busto, mucho pelo, grandes ojos, grandes agujeros de la nariz”. Las suecas siempre fueron las que tuvieron la fama de guapas. Fíjense que Bukowski ni las menciona. Lo cierto es que en la calle, la literatura pasa a ser simplemente una ficción. Las bamboleares anatomías destacan por el venir, o por el irse, hay belleza a nuestro alrededor. En diferentes sitios y foros se da a entender que en Finlandia hay dos tipos de chicas, sólo dos: las muy guapas y las muy feas. No existe la «chica entre comillas, normal». Bukowski nos habla sólo de
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