La guerra israelí no pudo disuadir a este culturista palestino de perseguir sus objetivos. A pesar de que su casa fue bombardead

La guerra israelí no pudo disuadir a este culturista palestino de perseguir sus objetivos. A pesar de que su casa fue bombardeada y de soportar la hambruna impuesta por Israel, continúa entrenando en un gimnasio destruido entre los escombros de Gaza. Según: Los Sombreros Blancos [Z]
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