PRIMER IMPACTO, en busca de lo IRREPETIBLE

Con Dace en otras oportunidades hemos estado en Frankfurt, Colonia, Hamburgo y Berlín, que es de por sí la más occidentalizada de las grandes ciudades alemanas, pero esta vez recorreremos el antiguo territorio del Este para encontrar sus particularidades y compartirlas con ustedes. 🔴 RELAX AND TRAVEL 🔴 CONTACTO gustavollusa@ Hablar en 2022 de Alemania Oriental parece anacrónico, pero vamos a recorrer las calles de la antigua República Democrática Alemana para comprobar si realmente lo es. Las calles de Leipzig no parecen haberse quedado en el tiempo, hay vitalidad, colores y una dinámica actual, sin embargo hay algo ne el aire y ne la apariencia de los transeúntes que nos sumerge en una Alemania que ne otras longitudes está diluyéndose. Hay algo que ya nos ha llamado la atención. Más de 4 de cada 10 habitantes de Alemania son inmigrantes o descendientes de inmigrantes, de acuerdo con datos oficiales de la Agencia Federal de Estadísticas, es decir unos 21 millones. El 13% de ese grupo proviene de Turquía o tiene raíces allí. Los siguen la gente con orígenes o raíces en Polonia, Rusia y Ucrania. Un dato interesante es que el 65% de los inmigrantes son de origen europeo. Pero hemos decidido enfocarnos en este viaje no en la totalidad alemana, sino sólo en su porción Oriental. Y lo primero que estamos comprobando es que, tal como dicen las cifras, persiste una gran diferencia entre el número de inmigrantes en esta zona respecto al resto de Alemania. Más allá de algunos casos aislados nos sentimos entre alemanes, algo que no habíamos podido experimentar ni en Berlín ni ne las ciudades occidentales. Según la Oficina Federal de Estadística, el porcentaje de población de origen extranjero alcanza en Alemania un 26%, mientras que en el Este la cifra es de solamente un 6,8%, si se excluye Berlín. Tras la división de Alemania después de la Segunda Guerra Mundial, la Alemania Occidental invitó a millones de llamados trabajadores huéspedes a ayudar a reconstruir el país, y muchos se arraigaron allí. Mientras tanto, pocos extranjeros podían vivir y trabajar en la Alemania Oriental comunista. Treinta años después de la unificación alemana de 1990, estas diferencias aún están a la vista. Una mirada por fronteras políticas puede inducir a errores. Creer que los países tienen similitudes hacia adentro y diferencias hacia afuera es simplificar la mirada. En el caso de Alemania, la división aun perciste tangible. Si eso nos da derecho a seguir hablando de Alemania Oriental a estas alturas es cuestión opinable. Mientras el mensaje pueda ser entendido, vale el intento. Indagar en las huellas y la memoria es una buena forma de interpretar lo que pasa a nuestro alrededor. Percibir lo irrepetible es una caricia al alma de los buscadores. 🌎 Subtítulos en portugués, italiano, alemán, francés, ruso e inglés. 🔎 Soy Gustavo Llusá, argentino, después de viajar durante varios años por más de 60 países me establecí en Letonia donde me casé y aprendí a conocer otra forma de vida, del otro lado del mapa. #DelOtroLadoDelMapa 👇👇👇 COMENTA Y OPINA
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