Es fcil amar a los que te aman. Y qu opinar del mandamiento cristiano: Ama a tus enemigos.

Es fácil amar a los que te aman. Y qué opinar del mandamiento cristiano: “Ama a tus enemigos”, Mateo 5:44. ¿Qué hacer si no pudieras seguirlo en la vida real? Yuri Nikolaevich Lutsenko Respuestas a las preguntas _____________________________________________________ Sí, recuerdo esta frase. Empezaré la respuesta, quizás, con el estudio de la palabra “amor“. Estoy seguro de que Jesucristo, en su interpretación de esta palabra, no se refería a matices cercanos de atracción íntima o de alegría por encontrarse con un ser amado. Mirándolo de manera un poco diferente, usando una fórmula de este tipo, por ejemplo: ,,el bueno es la medida más alta de utilidad,,. Por ejemplo, la cirugía trae dolor, restricciones, molestias, pero al mismo tiempo salva la salud y incluso la vida. Es decir, es naturalmente útil. Apliquemos esta lógica a su pregunta. ¿Por qué nuestros enemigos son tan útiles? El primer argumento: conocí muchas personas, dándome cuenta de que estaban en una situación desesperada, pasando un estrés severo, encuentran el camino a la fe, a Dios. Al mismo tiempo reciben apoyo y seguridad. Entonces, en este caso, las “cabras” bíblicas desempeñan papel de ojeadores de caza. Este es el beneficio número 1. El segundo argumento: existe tal palabra, karma, es decir, retorno de los pecados a la fuente. Una buena persona no te hará daño, pero una mala casi siempre. En el proceso del desquite por los pecados, pues los malos fueron útiles. Como se dice: “Y los demonios sirven a Dios”. Este es el beneficio número 2. El tercer argumento: cuando un creyente “recién hecho“ se encuentra en el camino del desarrollo espiritual de repente se vuelve perezoso, las circunstancias de su vida se empeoran de inmediato. La gente mala nos mantiene despiertos. Y entonces hay que hacer de nuevo esfuerzos, es decir, deshacerse de la pereza. Este es el beneficio número 3. ¿Suficiente para entender completamente esta recomendación de Jesucristo? No creen Ustedes, que yo inventé estas conclusiones, las sufrí durante varias décadas. Minsk