El huracán del odio. Por Fabrizio Mejía | Video columna

Tengo que empezar esta columna diciendo dos cosas. Una, es que cuando decimos que nadie previó que Otis pasaría de tormenta tropical a huracán categoría 5, es porque 12 rondas de predicciones así lo dijeron: es una tormenta, pronosticaron lunes y martes. Para las 12 de la tarde del martes 24 de octubre, el fenómeno estaba entre la frontera de las categorías dos y tres, aunque seis horas antes nadie había imaginado que llegaría a categoría dos. Las rondas de predicciones se hacen cada seis horas, no son, como lo supone mal nuestra oposición, monitoreados por minuto. Son cada seis horas. El pronóstico dio un giro el martes, luego de que el avión caza-huracanes sobrevoló la tormenta y mostró que la intensidad era mayor de la que se veía en estimaciones por satélite. Es hasta la noche del martes, desde el Centro Nacional de Huracanes, que se pintó a Otis como un “escenario de pesadilla”. Finalmente el meteoro entró
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