El estado de nervios del funcionario que actuó como juez de instrucción del número 33 de Barcelona, es un elemento más del cachondeo y falta de seriedad en los juzgados que dependen de las autonomías, lucen banderas autonómicas y se titulan en lenguas diferentes a la lengua oficial del estado común para todas las administraciones, y sin indicar causa ni motivo no comunican a los denunciados el nombre del juez instructor por si hubieran de recusarlo, actuando con nerviosismo 🥺 un individuo que a todas luces se hace pasar por el titular del juzgado: el misterioso calvo 👨🦲 del 33.