Vicente llegó al santuario con una grave neumonía y con una malformación en una de sus patitas.
A pesar de que está decaído y se siente muy mal, Vicente tiene muchas ganas de vivir y está luchando con todas sus fuerzas para lograrlo. La mayoría del tiempo lo pasa acostado sin moverse, pero han habido unos pequeños momentos, en que se ha sentido mejor y ha podido disfrutar del amor y los cuidados.
Mira en este bonito vídeo cómo han sido sus primeros momentos felices!
-
*Conoce su historia aquí: http://ow.l