EE UU está aterrorizado, hegemonía o nada.

El ascenso de China es la mayor amenaza existencial para los EE. UU. en su historia, no por peligros de seguridad, económicos o epistémicos, sino puramente porque invalida la autoconcepción de las élites de Washington que se equiparan con “el mundo“. El mero hecho de que haya un concepto contrario en el escenario global que rivaliza con éxito con los EE. UU. en todas las esferas—desde la economía, la tecnología, la cultura y la influencia extranjera—invalida su hegemonía y, por lo tanto, el núcleo de la autoimagen moderna de los EE. UU.