Tengo los pies en el cieno,
y veo el futuro en charcos de lluvia,
llenos de cielo,
llenos de cielo...
Tengo los ojos gastados,
mojados por ensueños que recorren
esta isla de barro,
esta isla de barro...
Me deseo distancia,
y que nadie sujete mis pies,
cuando la tormenta que espero
me arranque del suelo,
me arranque del suelo...