No se puede hablar de xenofobia cuando los habitantes de un mismo país son discriminados. Eso sucedió con dos mujeres indígenas Misak que fueron obligadas a bajar de un bus en Bogotá, que porque eran un peligro, por dos ignorantes policías en Bogotá (disculpen la redundancia). Obedeciendo directrices de Iván Duque y Claudia López, al parecer, en la capital no podrán usar el servicio de transporte, sino los “puros criollos“ a los que les otorgan más derechos que a otros. Si todavía piensa UD que no estamos en manos de criminales del gobierno, está muy equivocado.