Película británica de 1938 dirigida por Anthony Asquith y Leslie Howard, con actuación de este y de Wendy Hiller. Está basada en la obra de teatro homónima de George Bernard Shaw.
Una tarde fría y lluviosa, a la salida del Covent Garden de Londres, Henry Higgins, prestigioso profesor de fonética, transcribe la dicción de habituales y transeúntes. Una florista, avisada por otro hombre, lo acusa de ser policía y lo deja en evidencia delante de todo el mundo. Cuando intentan entender sus notas taquigráficas, Higgins revela su trabajo como profesor fonético. A partir de ese momento, Higgins hace una apuesta con el Coronel Pickering: el profesor se compromete a instruir a la florista, Eliza Doolittle, en el arte de la pronunciación para convertirla en una dama.
La película obtuvo éxito comercial y fue candidata a cuatro Premios Óscar, de los cuales recibió el de mejor guion adaptado, en 1939.
Tuvo una adaptación musical dirigida por George Cukor y estrenada en 1964: My Fair Lady.