La pesca de dorados como nunca se mostró.
Buscamos a este sanguinario predador, en un entorno
salvaje y virgen, pescando a un ritmo muy intenso, y
con la adrenalina al máximo. Piques explosivos en la
superficie, son lo que cualquier pescador quiere ver,
y nosotros se los mostramos en grandes cantidades.
La bestialidad misma acechando detrás de cada tronco
sumergido y en cada barranca. Nada se salva de su
tremendo poder. Diseñado únicamente para matar, es él
quien manda en el Río Paraná. FIEBRE AMAR