Mingo Racedo exalta la figura de la artista mapuche y juega con las virtudes de Luisa para acariciarla con poesía. Metiéndose en la cultura mapuche -que sueles hacer rogativas para que venga la lluvia- la eleva metafóricamente al rango de machi, “adjudicándole“ el poder de traer la bendición de la lluvia.