Conmonitorio (40) sobre la mujer y la feminidad El amor no es propuesta sino mandamiento.

No conocemos ninguna invitación de Jesucristo a amar. Conocemos el mandamiento del amor, que es algo muy distinto. No se trata de algo opcional, ni de una simple posibilidad de mejora. Es nuestra vocación y, como ya hemos dicho, la vocación no se elige. No hay otra posibilidad de realización y, por tanto, de salvación. Resulta chirriante escuchar hablar del amor como sentimiento. Por encima de esto, el amor requiere una decisión. “Acepto amar, decido amar, quiero amar“. Y, como el pecado nos ha herido hast
Back to Top