Viejas fábricas, nuevas ideas

En época soviética, una fábrica moscovita podía albergar varios establecimientos: una panadería, una bodega, un taller metalúrgico… A comienzos del siglo XXI, muchas se abandonaron, pero pronto se reformaron al gusto de los nuevos tiempos. Hoy, en esos grandes edificios pueden encontrarse salas de exposiciones, oficinas, tiendas o cafés. Todo con un toque creativo que no deja indiferente. Erick nos invita a conocer algunos de esos sugerentes espacios recuperados para la vida en la gran ciudad.
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