Desde pequeña, María (Emilia Mazer) quiso ser monja, pero su mamá se lo prohibió y a punta de correa y la obligó a que tuviera una vida ’normal’. Así fue como tuvo dos hijos y terminó separándose y viviendo con su mamá. Ella no trabaja, sólo se dedica a cuidar a su hijo menor, Gabriel, al que considera un ser especial, lo viste de angelito y se la pasa en la iglesia todo el día para rezar mientras menosprecia a su hija, Esther, a la que acusa de todo lo malo que le pasa a Gabriel. Pero la plata comienza a f