Escuela Lorenzo Competición - Arpem, EU, 2013

Me acuerdo que en el año ’98 asistí a ver una carrera del Campeonato Nacional de velocidad y en el programa estaba incluida una de la Copa Aprilia 50 en la que corría un chavalín que decían que era un fenómeno. En efecto, tenía once años y sentado en su pequeña Aprilia 50 apenas llegaba al suelo. Ese niño era Jorge Lorenzo al que entonces llamaban Giorgio, parecía un auténtico piloto de velocidad hecho a escala un medio. Decían que todo lo que sabía y todo lo que hacía se lo había enseñado su padre con una
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