Sheinbaum gana con la aprobación expedita de la reforma judicial. Por Mario Campa

El obradorismo cerró el sexenio sin rastros de pasividad. La reforma judicial desató júbilo popular acompañado deinconformidad en una minoría nada silenciosa. “La república ha muerto”, sentenció Krauze con habitual a lo esperado, la oposición partidista operó una autodenominada “resistencia” mediante la movilización de jueces, funcionarios y anexos que buscaron intimidar a los representantes populares con obstruccionismo violento. Y aunque fueron la cara furibunda de la derrota, voces más sensatas y libres de un interés directo comparten zozobra y al menos un lugar común que bien vale diseccionar: un supuesto lastre no solicitado e inexorable para Claudia Sheinbaum. Visita Facebook: Telegram: Twitter: Instagram: TikTok:
Back to Top